Papúa Nueva Guinea es un país complicado de visitar por el hecho de que no hay agencias de viajes que nos organicen el viaje al más mínimo detalle, al menos no por un precio muy asequible. La dificultad reside en que no es un país orientado al turismo de forma muy masiva, a pesar de lo cual se puede visitar sin problemas si nos informamos convenientemente antes de llegar.
Para movilizarnos dentro del país es posible contratar una avioneta, la cual nos puede costar alrededor de unos cien euros por trayecto, precio que prácticamente se duplica si vamos a una de las islas cercanas.
Para distancias cortas es posible usar el bus, que es un camión con asientos en la parte de atrás. Una de las desventajas es que tarde mucho tiempo en salir, ya que espera a estar lleno para empezar el recorrido, sin embargo, una vez en él podemos ir a varios lugares y contar con que nos espere el bus para volver. Hay que tener cuidado si se va a la sierra, o highlands, ya que pueden haber asaltantes los días que se cobra el sueldo. Los viajes en bus resultan muy económicos pero también muy agotadores si duran mucho tiempo.
El clima de la isla es muy húmedo y caluroso, por lo que es complicado habituarse al mismo, no podemos olvidar la crema solar. En la capital, cerca de la costa se está cerca de los 40º mientras que en las zonas altas del interior se baja a 20 o 25 C, algo que se puede agradecer mucho.
En cuanto a actividades a aire libre el buceo es una de las más aconsejables, ya que se tienen las mejores condiciones para observar corales e incluso barcos y aviones naufragados o hundidos de la Segunda Guerra Mundial.
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