Las islas de la Polinesia Francesa ofrecen un paisaje natural muy atractivo y un clima muy agradable durante todo el año. El lugar de llegada de los vuelos internacionales se encuentra en la isla de Tahití, donde se encuentra la capital, Papeete.
Podemos echar un vistazo a la vida rural en la isla, visitar los maraes, o templos animistas, y las aldeas famosas por haber sido residencia de pintores. Hay un museo dedicado a Gauguin en Papeari.
En la capital podemos observar muchos edificios coloniales de madre, la catedral, el Mercado Central y el parque de Bougainville. Punaauia es una de las localidades situadas en la costa al sur de Papeete, donde se encuentra el Museo de Tahití, en el cual podemos conocer las tradiciones y costumbres de los habitantes de las islas.
Desde Papeete se puede ir a la cercana isla de Moorea, en la cual encontramos las bahías de Pao Pao y Opunohu, separadas por el monte Rotui. Desde el pueblo de Pao Pao se puede ir al mirador de Belvédère, desde donde se aprecian todas las bahías.
La isla de Bora Bora se ha convertido en una de las más conocidas en toda la Polinesia por su gran laguna cubierta del mar por un arrecife. En Vallée Blanche tenemos uno de los mejores lugares para realizar inmersiones y contemplar la belleza del fondo marino en las proximidades de esta isla. El banco de arena tiene alrededor de unos treinta metros de profundidad. Punta Matira es otro de los lugares ideales para visitar, hay una larga extensión de arena bordeada por cocoteros en la zona sur de la isla.
Otras islas adecuada para visitar con Raiatea y Tahaa, a la primera se llega en avión desde Tahití y a la segunda se puede acceder en barco desde la anterior ya que se separan unos pocos kilómetros.
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