Hay muchos lugares para visitar en una visita a Nueva Caledonia, donde encontramos grandes ciudades de estilo europeo así como paisaje naturales que nos sobrecogerán. Para aprovechar al máximo nuestra estancia en estas pequeñas islas del sudoeste del Pacífico es aconsejable planificar en cierta medida nuestro viaje.
Desde la capital, la ciudad de Numea, podemos ir a los diferentes distritos de forma guiada. Se dispone de autocares de S.C.E.A. para realizar los recorridos turísticos por la ciudad, además, es posible alquilar coches asegurados para recorrer los destinos de mayor interés con total libertad. Varias de las carreteras de la isla, sobre todo en la parte oeste de la misma son de tierra, y no hay caminos suficientes para ir a todas las poblaciones, por lo que puede resultar una aventura llegar a algunas de las ciudades del interior.
Los turistas pueden utilizar las instalaciones deportivas de Numea contando con una tarjeta especial que les identifique y les otorgue acceso a las mismas.
En diversos puntos de la ciudad podemos encontrar restaurantes franceses de buena calidad, así como vietnamitas y polinesios, por lo que podremos probar una variada gastronomía en nuestro viaje a estas islas. La vida nocturna también resulta animada, habiendo numerosos night-clubs, algunos con espectáculos de cabaret además de atracciones polinesias como el tamuré tahitiano, la danza del sable wallisiano o pilu-rilu melanesio, entre otras.
En cuanto a los souvenirs que podemos conseguir en estas islas tenemos también un amplio repertorio, dentro del cual destacan las tallas de madera, perlas talladas, muñequitos en corteza de pándanos, tapas, que consiste en tejidos de corteza pintados a mano por los artesanos, collares de conchas y nácares con grabados de lo más diverso, y muchas otras pequeñas obras de arte que podemos convertir en recuerdos de este maravilloso viaje.
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