Las islas de la Polinesia Francesa se pueden visitar desde muchos lugares del mundo, siendo en todos los casos necesario realizar vuelos de larga duración. Sin embargo, dependiendo del punto de partida este viaje puede llegar a durar alrededor de un día o más. A pesar de ello este destino merece la pena el tiempo invertido en desplazamientos y el valor de los vuelos ya que es un destino único en el mundo.
Se puede viajar a la capital de la Polinesia francesa desde una gran cantidad de destinos como son Madrid o Barcelona, por un precio cercano a los mil euros. Las aerolíneas que cubren estas rutas son British Airways, Air France y Delta Airlines, entre otras.
También hay rutas desde la ciudad de Auckland, en Nueva Zelanda, o desde Los Angeles, en la costa oeste de los EEUU. Estos destinos conectan principalmente con la capital del archipiélago y, en algunas ocasiones con otros destinos dentro de las islas.
El aeropuerto de Faaa, en Papeete, es uno de los cinco principales de la Polinesia francesa. Este aeropuerto conecta con más de una treintena de ciudades de todo el mundo y mantiene los vuelos a lo largo de todo el año. Otro de los aeropuertos importantes del archipiélago es el de Raiatea, pero solamente mantiene conexiones nacionales, facilitando el movimiento entre las islas del archipiélago.
Por su parte, el aeropuerto de Bora Bora, también es uno de los que recibe conexiones nacionales y es muy frecuentado debido a la gran demanda de turistas que se hospedan en esta isla en sus vacaciones o que llegan de visita ocasional. Para llegar a la Polinesia Francesa es de trámite pasar por la capital, por lo que podemos aprovechar unos días para conocerla a fondo.
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